Joseph Stiglitz es un economista galardonado con el premio Nobel. También es controvertido por algunas de las posiciones, perspectivas y recomendaciones que representa; porque difieren de las ideas de los economistas ortodoxos. En cualquier caso es un referente y una voz que vale la pena escuchar. En esta charla TEDx, Stiglitz destaca argumentos que explicó en su libro dedicado a discutir los costos de la inequidad. Su exposición confronta al sueño americano y expone a su país, Estados Unidos, por su inequidad, y peor aún, su incapacidad para mejorar las posibilidades de los estadounidenses para tener accesos a mejores niveles de vida. En suma, afirma que el sueño americano es una quimera. Porque la permeabilidad social en Estados Unidos, como en muchas otras partes del mundo, deja qué desear. Es un problema padece la civilización humana entera. Hay que poner atención en su argumentación. Porque esta observación no lo lleva a recomendar ninguna revolución; sino a revisar las formas en que enmarcamos y encausamos las fuerzas del mercado. Las viejas conocidas oferta y demanda.
Tiene razón. El mercado es la fórmula económica que se ha impuesto en el planeta. Pero no significa que no podamos amoldar su aplicación para que de mejores resultados en términos sociales y humanos. Eso es precisamente de lo que se trata en los países europeos que se han inclinado por la llamada "economía social de mercado" y sus variaciones. Visto así, en esta charla Stiglitz de facto hace un exhorto, no para poner a las fuerzas del mercado fuera de servicio; sino para enmarcarlas, darles forma y cause, de manera tal que podamos crear bienestar y mejores niveles de vida. Sugiere para eso diseñar marcos jurídicos y políticas públicas inteligentes que privilegien los resultados sociales y humanistas que perseguimos y, al mismo tiempo, inhiban los que apunten en sentido contrario. Por ejemplo; la preocupación añeja de reducir la inequidad nos ha hecho poner los ojos en transferencias, políticas fiscales redistributivas, subsidios y esquemas complejos de apoyo. Con la esperanza de reducir rápidamente la inequidad, con resultados limitados y efímeros. Pero, ¿que tal si mejor pusiéramos la óptica en la permeabilidad social? Estaríamos hablando de cómo mejorar las probabilidades para que una persona salga de la pobreza y mejore su posición económica y social; que tenga acceso a mejores niveles de vida y más bienestar. Seguramente, el marco jurídico que construiríamos y la selección de políticas públicas que aplicaríamos serían otras, muy diferentes.